La primera masacre que será investigada por la Justicia Especial para la Paz, JEP, dentro de su jurisdicción transicional, será la que ocurrió el 2 de mayo de 2002 en Bojayá, Chocó; uno de los episodios más crueles y dolorosos del conflicto armado colombiano que protagonizaron paramilitares y la entonces guerrilla de las FARC.

En el hecho murieron 80 personas entre jóvenes, adultos, niños y ancianos, blancos de una bomba artesanal que cayó dentro de la iglesia San Pablo Apóstol, donde un gran número de habitantes de la población ingresó a protegerse de un cruento enfrentamiento que protagonizaban desde hacía tres días, hombres del bloque Elmer Cárdenas de las Autodefensas y guerrilleros de las FARC.

Precisamente este 2 de mayo se conmemoran 20 de esta masacre, que aún causa dolor en el país.

La JEP investigará por estos hechos a los máximos cabecillas de la ahora extinta guerrilla de las FARC, ya que este caso es considerado un crimen de guerra.

Como un hecho de acompañamiento a la comunidad, los magistrados del Tribunal de Paz llegarán hasta Bellavista (cabecera municipal de Bojayá), este lunes 2 de mayo para conmemorar los 20 años del violento caso y al tiempo dar apertura al proceso.

La actuación de la JEP se concentra ahora en los hechos del conflicto armado ocurridos en la región de Urabá, Bajo Atrato y Darién, en los departamentos de Antioquia y Chocó.

Habitantes de Bojayá han denunciado que tras la desmovilización de las FARC de su territorio, llegaron otros agentes generadores de violencia como la guerrilla del ELN y las Autodefensas Gaitanistas, que siguen creando temor y terror entre la comunidad con sus disputas a sangre y fuego por el control de la región.